Tengo mucho respeto por la acuarela y creo que no es una técnica que pueda aprenderse de un día para otro, por lo que con el ritmo que llevamos las clases de Dibujo, pensé que sería mejor trabajarla centrándonos en la ilustración de la naturaleza. Aprovechando que aún hace buen tiempo, salimos del aula esta semana para ilustrar al sol en los jardines de las inmediaciones y así además hilamos con el urban sketching y el cuadernismo.

La idea era localizar, al menos, 10 especies diferentes de las que tomar apuntes a pie desde diferentes perspectivas buscando la visión que más favorezca, pero sobre todo, observando los detalles de su morfología y estudiando los colores y las características más llamativas de la vegetación ¡sin arrancarla!.

Es importante explorar el material y no hacer un único dibujo de cada especie, esperando así encontrar diferentes resultados; más agua mezclada con el pigmento produce veladuras de color transparentes perfectas para representar la flor de la buganvilla, menos agua, consigue colores más intensos y veladuras más opacas que encajan más con los jazmines del príncipe. Ilustraciones más centradas en el todo y otras en el detalle, composiciones de flores junto a sus hojas o estudio de los cambios de color que genera la descomposición en las hojas. Todo es interesante a analizar.

Sin perder el foco en sacar el mayor partido a la acuarela, en ocasiones es útil combinarla con otros materiales como plumilla o rotulador, para lograr toques detallados.

Realizar transferencias con las hojas o flores también es un ejercicio interesante (y de lo que más ha gustado a los alumnos), puesto que descubrimos que no todas generan la misma marca, dependiendo siempre del nivel de humedad que absorba el material; en definitiva, no es lo mismo realizar una transferencia con una hoja seca que con una aún verde.

Salir un poco de la rutina del aula ha dado un aire fresco a los trabajos de los alumnos, con cuyos resultados estoy muy contenta porque he logrado que la mayoría explorase más allá de aquello que ya conocen, ¡y que usaran además pinceles grandes y planos! Que no es tarea fácil sacarles de sus pinceles finísimos.